La decoración de un departamento o una habitación es una tarea que requiere de creatividad, gusto y personalidad. Sin embargo, también hay que tener en cuenta algunos aspectos técnicos, como la iluminación, el espacio y el efecto psicológico que los colores pueden tener en nuestro ánimo y bienestar.
Los colores son capaces de transmitir sensaciones, emociones y estados de ánimo. Por eso, es importante elegirlos con cuidado y evitar aquellos que puedan resultar perjudiciales o contraproducentes para el ambiente que queremos crear en nuestra habitación.
En este artículo te presentamos los 4 colores menos recomendados para decorar una habitación, ya sea el dormitorio, el estudio o el salón. Te explicamos las razones por las que deberías evitarlos y te damos algunas alternativas más adecuadas.
1. Rojo:
El rojo es un color intenso, vibrante y estimulante. Se asocia con la pasión, la energía y la acción. Sin embargo, también puede provocar estrés, ansiedad y agresividad si se usa en exceso o en tonos muy saturados. El rojo puede alterar el ritmo cardíaco, la presión arterial y el sueño, por lo que no es aconsejable usarlo en las paredes o en los textiles de una habitación donde se busca relajarse y descansar. Una opción más acertada sería usarlo en pequeños detalles o accesorios que aporten un toque de color y dinamismo sin abrumar.
2. Negro:
El negro es un color elegante, sofisticado y misterioso. Se relaciona con el poder, la autoridad y el lujo. No obstante, también puede transmitir tristeza, depresión y negatividad si se abusa de él o si se combina con otros colores oscuros. El negro puede absorber la luz natural y hacer que una habitación parezca más pequeña, fría y sombría. Por eso, no es recomendable pintar las paredes de negro o usar muebles o cortinas de este color. Una alternativa más acertada sería usarlo en pequeñas dosis o contrastarlo con colores claros o brillantes que le den luminosidad y alegría.
3. Amarillo:
El amarillo es un color alegre, luminoso y optimista. Se vincula con el sol, la alegría y la inteligencia. Sin embargo, también puede resultar irritante, cansado y desagradable si se emplea en tonos muy fuertes o chillones. El amarillo puede provocar fatiga visual, nerviosismo y malestar si se expone a él durante mucho tiempo o si se usa en grandes superficies. Por eso, no es aconsejable pintar las paredes de amarillo o usar sábanas o cojines de este color. Una opción más acertada sería usarlo en tonos suaves o pastel o combinarlo con otros colores más neutros o fríos que le den equilibrio y armonía.
4. Naranja:
El naranja es un color cálido, vital y divertido. Se asocia con la creatividad, la diversión y el entusiasmo. No obstante, también puede generar inquietud, ansiedad e inestabilidad si se usa en exceso o en tonos muy vivos. El naranja puede estimular el apetito, la actividad cerebral y el estado de alerta, por lo que no es recomendable usarlo en una habitación donde se pretende relajar o dormir. Una alternativa más acertada sería usarlo en tonos más apagados o terrosos o mezclarlo con otros colores más calmados o verdes que le den frescura y tranquilidad.
En la siguiente nota de blog, conoce qué colores son ideales para primavera
En conclusión, elegir los colores adecuados es esencial para crear un ambiente agradable y relajante en tu departamento. Evita utilizar amarillo brillante, verde fosforescente, rojo intenso y negro en grandes cantidades, ya que pueden producir una sensación de incomodidad y estrés en las personas. Si decides utilizar alguno de estos colores, asegúrate de hacerlo con moderación y equilibrando con otros tonos más suaves.
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